Innúmeros fueron los derribos de grandes complejos industriales ocasionados bien por la especulación inmobiliária, bien por su obsolecencia y/o falta de comunicación.
(…)No podemos olvidar la desaparición de grandes monumentos como la Euston Station de Londres (1962), las Halles Centrales de París (1971), la estación del Central de Aragón en Valencia (1974), el mercado de Olavide (1975), el puente de Molins de Rei sobre el Llobregat (1977), la fábrica Seat en Madrid (1991), la Real Fábrica de Ávila (1996)”1. AGUILAR CIVERA, I. (1999). El Patrimonio Arquitectónico Industrial. En Cuadernos del Instituto Juan de Herrera. Madrid: Instituto Juan de Herrera, p. 4.
Ahora, uno de los ultimos testigos de la industria de conserva de San Vicente es demolido. En su lugar, se van a construir viviendas de alto nível.
La antigua fábrica de
Conservas Albo de San Vicente de la Barquera, ya es historia. En los pasados días se ha demolido totalmente la nave situada junto al puerto pesquero de La Barquera que albergó la actividad de esta empresa hace ya varias décadas, siendo uno de los últimos vestigios que quedaban en pie de las numerosas fábricas conserveras con que llegó a contar la villa barquereña en la década de los años 60 del pasado siglo que en su mayor parte cesaron su actividad a lo largo de la década siguiente. Sobre el solar que ocupaba la nave de Albo se proyecta construir viviendas de alto nivel.
El puerto de San Vicente de la Barquera llegó a contar en su momento con mas de una decena de empresas conserveras que en su mayor parte ocupaba a mano de obra femenina. Fábricas como las de Aguirroa, Llerandi, Aja y otras muchas hace tiempo que sugieron el mismo camino que la de Albo.
En la actualidad, como único recuerdo de esa parte de la historia de San Vicente, tan solo queda en pie y con actividad la fábrica de Conservas Ortiz en la que se elabora anchoas de gran calidad y en la que trabajan, tan solo, apenas medio centenar de mujeres en ciertos periodos de tiempo al año.
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Patricia Ferreira Lopes 